Objetos de Espacio Profundo: Las Estrellas

Por Mariano Andrés Peter

Las Pléyades en Tauro, uno de los cúmulos estelares más conocidos

"Tengo… una terrible necesidad… ¿diré la palabra?… de religión. Entonces salgo por la noche y pinto las estrellas".                                                                                                                               

Vincent van Gogh

De todos los objetos de espacio profundo, las estrellas son las más notorias ya que por la luminosidad que poseen, al menos las más cercanas y brillantes, son claramente visibles aún desde las grandes e iluminadas ciudades.
Los antiguos también las observaron y estudiaron, de ello dependía la elaboración de los respectivos calendarios que marcaban las temporadas de siembra y cosecha. Las estrellas fueron también veneradas como dioses, ya sea en forma individual (como la estrella Sirio) o agrupadas en patrones que hoy conocemos como constelaciones (Orión es un buen ejemplo).

Por Mariano Andrés Peter

Las Pléyades en Tauro, uno de los cúmulos estelares más conocidos

"Tengo… una terrible necesidad… ¿diré la palabra?… de religión. Entonces salgo por la noche y pinto las estrellas".                                                                                                                               

Vincent van Gogh

De todos los objetos de espacio profundo, las estrellas son las más notorias ya que por la luminosidad que poseen, al menos las más cercanas y brillantes, son claramente visibles aún desde las grandes e iluminadas ciudades.
Los antiguos también las observaron y estudiaron, de ello dependía la elaboración de los respectivos calendarios que marcaban las temporadas de siembra y cosecha. Las estrellas fueron también veneradas como dioses, ya sea en forma individual (como la estrella Sirio) o agrupadas en patrones que hoy conocemos como constelaciones (Orión es un buen ejemplo).

 

Utilizando contelaciones como la Cruz del Sur se pueden ubicar los puntos cardinales

En tiempos en los que no existía la brújula, las estrellas guiaban a los viajeros por mar y tierra.
Más de sesenta naciones han colocado figuras de estrellas en sus respectivas banderas.
En una noche oscura y alejada de las luces de las ciudades, podemos observar a simple vista tan solo un puñado de miles de estrellas que son las más cercanas y brillantes. Sin embargo el número total de estrellas existentes es infinitamente superior, se calcula que por cada grano de arena que hay en nuestro planeta, hay un millón de estrellas en el Universo.
Las estrellas no son otra cosa que enormes esferas de gas incandescente formadas a partir de la acreción de grandes cantidades de gas y polvo en el interior de las nebulosas. Están constituidas principalmente de hidrógeno y helio. Los demás elementos químicos que existen en el Universo se generan a partir de un proceso de fusión nuclear en el núcleo candente de las estrellas. Es esta fusión nuclear la que genera la luz y el calor estelar.

 

La bandera de Panamá es una de las tantas que poseen figuras de estrellas

Los astrónomos designan la luminosidad de una estrella en luz visible por su magnitud aparente. La magnitud de la estrella más pálida que se puede ver a simple vista es de 6. La mayoría de las estrellas más luminosas se enumeran de 5 a 0 y cada diferencia equivale a un salto de luminosidad de 2.512 veces.
Además del Sol, hay cuatro estrellas que superan la magnitud 0, su magnitud es negativa. Ellas son: Alfa Centauri (-0,01), Arturo (-0,94), Canopus (-0,7) y Sirio (-1,5).
Pero la magnitud aparente no nos dice cual es la verdadera luminosidad de las estrellas ya que estas se encuentran a diferentes distancias de la Tierra.
Para saber la luminosidad verdadera de una estrella es preciso conocer la magnitud absoluta, que se mide calculando cual sería el brillo de una estrella a 32,6 años luz de nuestro planeta. Por cercanía, el Sol presenta una magnitud aparente de -26,7 pero su magnitud absoluta es de 4,8.

 

El Sol, la estrella más cercana

Existen distintos tipos de estrellas. Las gigantes azules son colosales, tienen por lo menos diez veces la masa del Sol. Son azules porque generan las temperaturas más elevadas de todas las estrellas. Tan calientes son, que si la Tierra orbitara una de ellas, debería hacerlo mucho más allá de la órbita de Plutón para mantener la vida.
Estas estrellas consumen muy rápido su combustible nuclear, el hidrógeno, razón por la cual solo existen por unos pocos millones de años. Rigel, en la constelación de Orión, es una de las gigantes azules más brillantes del cielo nocturno.

 

Representación de la supergigante roja Betelgeuse en comparación con el sistema solar

También están las gigantes rojas, estrellas viejas y frías que están a punto de estallar. Son tan grandes que si una de ellas sustituyera al Sol, su diámetro rebasaría las órbitas de muchos de los planetas del sistema solar. Antares en Escorpio por ej. es tan grande que podría sobrepasar la órbita de Saturno.
Las estrellas amarillas como nuestro Sol, están en una etapa intermedia de su vida. Consumen lentamente su combustible nuclear y esto les permite arder por varios miles de millones de años. Son estrellas pequeñas y ordinarias.

 

Gráfico de la secuencia principal

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