Por Alberto Anunziato 

 

Salyut 7, provocó una lluvia de fragmentos al caer en 1991 sobre Entre Ríos

El choque en el espacio entre el satélite ruso Cosmos 2251 y el estadounidense Iridium-33, perteneciente a una compañía de comunicaciones, ocurrido hace pocos días,  no solo tiene la importancia histórica de ser el primero de su tipo, sino que también es una oportunidad para comprobar la eficacia de la normativa internacional que regula la materia. El “Convenio sobre la responsabilidad internacional por daños causados por objetos espaciales” fue firmado en 1972, en una época en que eran muy pocos los países que habían logrado colocar satélites artificiales en órbita. Hoy son más de 6.000 los satélites que orbitan nuestro planeta (y casi la mitad se encuentran en desuso), por lo que las probabilidades de que se genere una situación que haga aplicable el tratado mencionado son mucho más grandes, lo que permitirá evaluar su operatividad.

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