Por Juan Manuel Biagi
Estudios de la NASA que fueron presentados en 1968 a la British Interplanetary Society por el doctor George E. Mueller, administrador asociado de la NASA para el Programa de Vuelos Tripulados Manned Space Flight son el origen inmediato del Shuttle o Transbordador Espacial. Mueller en esa exposición preveía una nave de fuselaje de ancha sección, alas de planta casi delta, compartimiento central de carga, timón de dirección, deriva y tres cohetes en la parte trasera del vehiculo. Aplicando las tendencias expuestas, este vehiculo despegaría verticalmente asistido por grandes depósitos de combustible que se desprenderían a medida que el conjunto se acercase a la orbita predeterminada.
Por Juan Manuel Biagi
Estudios de la NASA que fueron presentados en 1968 a la British Interplanetary Society por el doctor George E. Mueller, administrador asociado de la NASA para el Programa de Vuelos Tripulados Manned Space Flight son el origen inmediato del Shuttle o Transbordador Espacial. Mueller en esa exposición preveía una nave de fuselaje de ancha sección, alas de planta casi delta, compartimiento central de carga, timón de dirección, deriva y tres cohetes en la parte trasera del vehiculo. Aplicando las tendencias expuestas, este vehiculo despegaría verticalmente asistido por grandes depósitos de combustible que se desprenderían a medida que el conjunto se acercase a la orbita predeterminada.
El gran lapso de tiempo que transcurre entre las propuestas iniciales y el comienzo de los trabajos, se debe a que por aquellos tiempos, la NASA acababa de efectuar su primer alunizaje y por lo tanto estaba embarcada en una serie de proyectos a gran escala y largo plazo. Pero a principios de la década de 1970, se fijaron a nivel gubernamental una serie de importantes restricciones financieras que obligaron a la Agencia Espacial Norteamericana a replantear sus pasos a futuro. En este punto, la NASA centro sus focos de actividad en un laboratorio espacial, (similar al proyecto MOL pero con una mejor tecnología), y como complemento al Shuttle el cual seria dedicado al suministro y apoyo del programa del laboratorio.
A instancias de la NASA, diversas empresas aeroespaciales empezaron a suministrar propuestas, que fueron tan dispares, como numerosos los proveedores. Para acabar de apoyar la viabilidad del Shuttle en una campaña de puertas afuera, la NASA consiguió la colaboración de la USAF, que abogaba por los bajos costos por lanzamiento que la nave espacial Shuttle haría posible en el papel de poner en orbita satélites militares de reconocimiento.
Pero de nuevo el problema de la asistencia financiera obligo a reconsiderar los trabajos de desarrollo y la NASA se vio obligada a olvidarse del laboratorio orbital tripulado y, prácticamente a desandar todo el camino que el proyecto Transbordador había recorrido hasta el momento. Esto fue así hasta el punto en que en 1971 casi se abandona por completo por completo los estudios de la nave recuperable. Sin embargo, el presidente Nixon dio el visto bueno para que se iniciaran los estudios definitivos sobre el tema.
Naturalmente, todos estos vaivenes en el programa produjeron un gran numero de cambios, tanto del orden técnico como conceptual y encaminados desde la reducción del peso de la nave hasta las reconsideraciones de las plantas motrices para el ahorro económico.
La configuración que la nave iba adquiriendo, se basaba en un orbitador, un deposito de combustible y propulsores. Los motores principales del Shuttle se fijaron en la parte trasera del fuselaje y quemaban oxigeno e hidrogeno liquido, que son suministrados por los depósitos exteriores. Situados por encima de los motores cohete principales se colocaron otros dos mas pequeños que posibilitarían el manejo de la nave, por reacción en el espacio. Cada uno de estos dos motores auxiliares proporcionaba 2700 Kgrs de empuje y se abastecía de combustible transportado por el propio orbiter.
El Orbiter, de hecho es el vehiculo principal del conjunto, consiste en una nave parecida a un avión, mide 23,7 mtrs de punta a punta de las alas y tiene una longitud de 37,5 mtrs. Su peso vacío es de 68000 Kgrs aprox. y ha sido construido por la empresa Rockwell Internacional (antes North American Rockwell) constructora de la capsula Apollo.
El sistema de propulsión esta formado por tres componentes: los tres motores principales SSME, de los cuales funcionan a muy alta presión (197 atmósferas) para mejorar el rendimiento, el sistema de maniobra orbital OMS en la parte superior de la zona trasera de la nave y el sistema de control de reacción RCS, pequeños cohetes ubicados en el morro del Orbiter.
El Orbiter esta dividido en su interior, en dos secciones bien diferenciadas; una presurizada, situada en la parte delantera de la nave, en la que va la tripulación y otra despresurizada central en la que va la carga. El compartimiento delantero lo componen la cabina de mando y un piso inferior. Desde la superior se lleva el control de la nave que puede, en casos especiales, operar bajo controles manuales y es donde el comandante y el piloto tienen sus asientos. Para la reentrada y el aterrizaje, el piloto puede manejar la nave con controles de pedales y de mano parecidos a los de un avión, pero también en estas maniobras seguirá operando el control automático. En la misma cabina, el piloto puede manejar todos los equipos de la bodega y abrir compuertas ayudado por cámaras de TV. En el piso inferior hay mas asientos para los especialistas de vuelo, armarios, compartimientos donde van los trajes, equipos auxiliares y un pequeño lavabo. Desde este compartimiento se puede pasar, a través de un túnel a la bodega de carga, cuyo diámetro es de 4,6 mtrs y tiene una longitud de 18,3 mtrs, el acceso a la cabina es una compuerta lateral al cuerpo del vehiculo, que da directamente al piso superior.
La parte mas delicada del Orbiter la constituye el sistema de protección térmica formado por 31000 placas que cubren toda la superficie inferior de la nave, su misión es proteger a la nave de 2700ºC temperatura de la reentrada a la atmósfera, estas losetas tienen de 10 a 14 cm de espesor y miden de 20 a 25 cm de lado, poseen forma irregular para adaptarse a las curvas de la nave.