Testigos: Martin Morahan y Griselda García
El fenómeno se observó segundos después de las 22.03.00 (hora oficial – hh.mm.ss). Con un margen casi nulo de duda puedo afirmar que no ocurrió antes, y con total certeza no puede haberse extendido más allá de las 22.03.30.
Testigos: Martin Morahan y Griselda García
El fenómeno se observó segundos después de las 22.03.00 (hora oficial – hh.mm.ss). Con un margen casi nulo de duda puedo afirmar que no ocurrió antes, y con total certeza no puede haberse extendido más allá de las 22.03.30.
Nuestra ubicación exacta era la intersección de las calles 25 de Mayo y Echagüe, con la vista hacia el este. Una observación posterior en el Google Earth me permite estimar que a partir del preciso cuadrante este, el impacto con la tierra ocurrió unos 10º desplazado hacia el sur, lo cual, en el mismo programa, y trasladado unos 140 kilómetros en línea recta hacia el interior de la provincia, coincide con la zona sur de Villaguay. En el hecho en sí, se vio un típico objeto, eventualmente un bólido o chatarra espacial, que se precipitó dentro de la atmósfera y en su rozamiento iba desintegrándose en una medida que no puedo precisar, dando un brillo muy fuerte y una gama de colores. Desde el punto de vista referido y sin instrumentos disponibles en la fortuita observación, la caída se presentó como una picada, perpendicular al horizonte. La intensidad lumínica vista en todo este proceso hace suponer que llegó hasta el suelo una parte muy grande del objeto original. Esto se refuerza en la magnitud del resplandor que se produjo en el momento en que parece haber dado con la tierra. Desde la esquina céntrica en la que estábamos, los edificios de calle 25 de Mayo 557 y 559 nos taparon un campo visual muy grande, pese a lo cual pudimos notar que se iluminó un sector importante del cielo en el instante puntual del choque con la superficie.
Martin Morahan, Periodista y colaborador de la AEA.