Arqueoastronomía: La Máquina de Antikythera

Por Gustavo Blettler 

 

Este extraño mecanismo de bronce fue hallado en el año 1900 en un pecio romano hundido en las inmediaciones de la isla griega de Antikythera. El buzo griego Elías Stadiatos, un pescador de esponjas, encontró los restos del barco y el enigmático artilugio a unos 60 metros de profundidad. El artefacto está provisto de cuadrantes, agujas, ruedas dentadas y manivelas de metal. Posiblemente estaba acondicionado en el interior de una caja de madera -que no se ha conservado- a modo de protección. Recién en la década de los 60 despertó el interés de los expertos. 

Por Gustavo Blettler 

 

Este extraño mecanismo de bronce fue hallado en el año 1900 en un pecio romano hundido en las inmediaciones de la isla griega de Antikythera. El buzo griego Elías Stadiatos, un pescador de esponjas, encontró los restos del barco y el enigmático artilugio a unos 60 metros de profundidad. El artefacto está provisto de cuadrantes, agujas, ruedas dentadas y manivelas de metal. Posiblemente estaba acondicionado en el interior de una caja de madera -que no se ha conservado- a modo de protección. Recién en la década de los 60 despertó el interés de los expertos. 

El primero en estudiarlo detenidamente fue el historiador ingles Derek Price y concluyó que se trataba de un ordenador astronómico capaz de calcular la posición del sol y la luna en el zodíaco y posiblemente otros eventos astronómicos. El interés en el artefacto de Antikythera no decayó con el paso del tiempo y hace solo unos meses (noviembre de 2006) se informó en un congreso internacional en Atenas que finalmente fue descifrado -con la ayuda de un poderoso escáner-  un 95 % del texto impreso en el enigmático mecanismo. Aparentemente se trataría de instrucciones en griego de uso del mismo.  El astrofísico griego Xenophon Mussas sostiene que reconstituido completamente el rompecabezas sin duda se replanteará el alcance de los conocimientos antiguos de astronomía y matemáticas, “Este mecanismo es una especie de sucesor de los menhires y los círculos de piedra”, sostiene. Algunos investigadores Anglo-griegos, financiados por la prestigiosa revista Cience, especulan también con la posibilidad de predecir eclipses que tendría el artefacto, e incluso la orbita de de los cinco planetas conocidos entonces. Otros en cambio, sostienen que se habría utilizado para calcular festividades religiosas y enseñar navegación.  
Por la antigüedad del artilugio (su construcción dataría del año 87 AC), su presencia en una nave romana y unos escritos del sabio latino Marco Tulio Cicerón que en su obra De natura deorum afirma "…el planetario recientemente construido por nuestro amigo Posseidonio, que a cada revolución reproduce los mismos movimientos que tienen lugar en los cielos a cada día y noche, el Sol, la Luna y los cinco planetas…", se especula con la posibilidad que hubiera pertenecido a la escuela astronómica de la isla de Rodas, construido tal vez por el filosofo griego Posseidonio y estuviese siendo transportado de Rodas a Roma después de las conquistas de Julio César. 
 
¿Que se sabe de su funcionamiento?
 
El artefacto aparentemente operaba como un calendario astronómico donde podía determinarse mediante agujas la posición del sol y la Luna en un anillo que tenía impreso un Zodiaco. La precisión del mecanismo es asombrosa. Los engranajes utilizaban reducciones tales que permitían determinar la posición del sol y la luna basándose en dos sistemas: el antiguo ciclo sinódico (o mes lunar, es decir el paso de la luna por sus cuatro fases, con una duración de 29 días, 12 horas y 44 minutos) o el mucho mas avanzado ciclo metódico, descubierto por los babilónicos (235 meses lunares = 19 años solares).              
 
 
Los babilónicos habían descubierto que diecinueve años solares equivalen a 235 meses lunares + 19 (hay que sumar una revolución más por año, pues la luna acompaña a la tierra en su giro alrededor del Sol) = 254 revoluciones de la Luna en relación con las estrellas. Es decir que cada 19 años al mirar la luna veremos la misma fase que contemplamos la misma fecha pero 19 años antes.  
Los griegos tomaron estos conocimientos de los babilónicos e incorporaron la razón astronómica de 254/19 en el artefacto de antikythera, lo que es una excelente aproximación al valor real, con un error aproximado de solo 1/86000. 

 

Sin dudas implicó un gran desafío técnico aplicar esta proporción de 254/19 con engranajes. Esta dificultad permitió a algunos investigadores afirmar que los griegos utilizaron un enorme avance tecnológico: el engranaje diferencial. Un engranaje diferencial es, básicamente, un engrane de eje móvil capaz de girar libremente entre otros dos. Oficialmente fue inventado por el inglés James Starley, en 1877 y es utilizado fundamentalmente en automóviles, permitiendo que las ruedas giren a distinta velocidad.
 
El mecanismo de Antikythera también puede predecir eclipses, analizando su periodicidad (se basa en el denominado ciclo de Saros, de 223 meses lunares) y los  movimientos de los cinco planetas conocidos en la época, siguiendo estrictamente las teorías del astrónomo Hiparco de Rodas.
 
Por todo lo que está saliendo a la luz, el mecanismo de Antikytera está más de mil años adelantado a su tiempo. Mecanismos conocidos con gran sofisticación similares solo se vieron surgir después del siglo XIII o más tarde.

Gustavo Blettler, especialista en Arqueoastronomía – AEA
 
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