Por Mariano Andrés Peter
Saturno, un mundo de extremos
La Tierra presenta una diversidad interesante de características en su superficie y en su clima. Existe una enorme variación en la temperatura, dependiendo de sí nos encontramos en la zona ecuatorial o en los polos. Así mismo, la corteza terrestre presenta enormes variaciones en cuanto a su profundidad y altitud. Tenemos fosas marinas muy profundas y picos montañosos de gran altura.
Estas, entre muchas otras, son características extremas que despiertan nuestro asombro y admiración. Pero esas cualidades extremas en nuestro mundo, no se comparan con los rasgos que se han descubierto en el resto de los miembros que componen nuestro sistema solar.
Hagamos un recorrido por los planetas y satélites de nuestro vecindario cósmico y descubriremos así, a los verdaderos mundos extremos.
Por Mariano Andrés Peter
Saturno, un mundo de extremos
La Tierra presenta una diversidad interesante de características en su superficie y en su clima. Existe una enorme variación en la temperatura, dependiendo de sí nos encontramos en la zona ecuatorial o en los polos. Así mismo, la corteza terrestre presenta enormes variaciones en cuanto a su profundidad y altitud. Tenemos fosas marinas muy profundas y picos montañosos de gran altura.
Estas, entre muchas otras, son características extremas que despiertan nuestro asombro y admiración. Pero esas cualidades extremas en nuestro mundo, no se comparan con los rasgos que se han descubierto en el resto de los miembros que componen nuestro sistema solar.
Hagamos un recorrido por los planetas y satélites de nuestro vecindario cósmico y descubriremos así, a los verdaderos mundos extremos.
Como decíamos al principio, la temperatura terrestre varía enormemente si nos desplazamos del ecuador a los polos.
La temperatura más tórrida registrada fue de 59 grados C°. Esta medición se hizo en el desierto del Sahara, Libia.
Por otro lado, la temperatura mas baja jamás registrada fue de –90 C° grados en la Antártida.
No está mal, hasta que comparamos esas temperaturas con las de Venus, Plutón y Eris.
Venus posee una temperatura superficial de 480° C
Venus, debido al efecto de invernadero, presenta una temperatura superficial de 480 grados C°, más caliente que un horno doméstico. Esta temperatura es uniforme en todo el planeta ya sea que nos encontremos en los polos o en el ecuador, de día o de noche, siempre se mantendrá estable.
Por otra parte, Plutón fue hasta hace poco, el mundo más frío que se conocía. Debido a la enorme distancia que lo separa del Sol y a su atmósfera super delgada, la temperatura superficial de Plutón es de -233 C° grados. Sin embargo, el mundo que posee la temperatura más baja que se ha registrado hasta ahora es Eris, el más grande de los planetas enanos. Su temperatura superficial se ha calculado en –250 C°.
Sabemos que en los desiertos de nuestro planeta se produce una amplia variación de temperatura entre el día y la noche. Esto se debe, entre otros factores, a que no existe en la suficiente vegetación y tampoco hay fuentes de agua que regulen la temperatura haciéndola mas pareja entre el día y la noche.
Mercurio tiene la mayor variación térmica de todo el sistema solar
Pero sin dudas que la mayor variación térmica de todo el sistema solar la tiene Mercurio. Durante el día, el primer planeta recibe de lleno el calor abrazador del Sol, alcanzando los 425 grados C°. Pero de noche, la temperatura baja hasta los –185 grados C°. Esta enorme variación de 610 grados C° se debe a que Mercurio no posee atmósfera, y por los tanto es incapaz de retener el calor del día durante la noche. Así como se calienta muy rápido, también se enfría con la misma facilidad.
En la Tierra se han detectado varios cráteres de impacto. Muchos están bastante erosionados pero aún así son visibles. El mayor de todos hasta hora es el cráter Chixulub en la península de Yucatán, Méjico. Data de hace 65 millones de años, tiene un diámetro de 200 km y es atribuido al asteroide o cometa de 20 km que mato a los dinosaurios.
Sin embargo, el cráter de mayor diámetro del sistema solar se encuentra en Mercurio y se lo denomina, la Cuenca Caloris. La sonda estadounidense Mariner 10 lo fotografió a medias, ya que por su trayectoria orbital, pudo observar al planeta con un hemisferio iluminado y el otro en absoluta oscuridad.
La cuenca Caloris en Mercurio, el mayor cráter de impacto del sistema solar
Tiene un diámetro de 1.300 km, comparable al tamaño de Francia y fue excavado en una colisión con un objeto de 150 km de diámetro. Por otra parte Vesta, el segundo asteroide más grande que se conoce, tiene un diámetro de 530 km y un cráter de impacto de 456 km. En proporción sería este el cráter de mayor tamaño de todo el sistema solar.
Fobos posee uno de los cráteres más gandes que se conocen
Otros cráteres monstruosos pueden ser hallados en Mimas, uno de los satélites de Saturno que posee un cráter de aproximadamente 130 km de diámetro. Parece poco, pero si consideramos que el diámetro de Mimas es de 387 km, en proporción también es uno de los cráteres de mayor diámetro que existen seguido por el cráter Stickney de casi 10 km de diámetro en relación con los 27 km que posee el mayor satélite de Marte, Fobos.
La mayor profundidad oceánica en nuestro planeta alcanza los 11 km y se ubica en la fosa de Las Marianas, cerca de Filipinas y en el océano Pacífico, el más extenso del mundo. En Europa, una de las cuatro lunas galileanas de Júpiter, se han hallado indicios que indican que debajo de su corteza de hielo, existe un océano de agua líquida de profundidad desconocida, pero que podría superar los 11 km. También Urano posee un océano de agua, tan grande que podría cubrir más de dos veces y media la superficie total de la Tierra y cuya profundidad, aunque desconocida, seguramente supera con amplitud los 11 km.
La Tierra tiene un único satélite, la Luna. Con 3.300 km de diámetro, es sin dudas un satélite de gran tamaño. Pero Júpiter posee más de setenta satélites, incluyendo al de mayor tamaño de todo el sistema solar.
Júpiter y sus cuatro satélites principales
Ganimedes tiene un diámetro de 5.300 km, casi igual que Marte. Le sigue Saturno con más de sesenta satélites entre los que se destaca Titán con sus 5.250 km de diámetro.
Las tormentas terrestres pueden ser terribles. Hay tormentas de arena que se producen en el desierto de mayor tamaño de la Tierra, el Sahara. Estas tormentas son tan grandes que depositan arena no solo en Europa, al otro lado del mar Mediterráneo, sino que también en América, al otro lado del océano Atlántico. Así mismo las arenas provenientes del desierto de Gobi suelen oscurecer el cielo de Pekín, Seúl y Tokio.
En Marte, los desiertos cubren toda su superficie. Esto genera que cuando soplan fuertes vientos, aparezcan tormentas de arena tan grandes que cubren casi todo el planeta por varios días y que son claramente visibles con telescopios desde la Tierra.
Por otra parte, nadie puede ignorar la fuerza y el poder devastador de los grandes huracanes, tifones y ciclones. Estas tormentas tropicales son las más grandes y las más destructivas que se puedan encontrar en nuestro planeta. Los vientos en algunos casos alcanzan una velocidad de entre 250 a 300 km / h.
La Gran Mancha Roja en Júpiter, la tormenta más grande del sistema solar
Saturno y Neptuno tienen tormentas increíblemente descomunales que reducen a su mínima expresión al más peligroso huracán terrestre. Neptuno posee una tormenta llamada la Gran Mancha Oscura.