Por Mariano Andrés Peter
En un radio de diez años luz alrededor de nuestro sistema solar, encontramos a nuestras vecinas estelares.
Estrellas de distintas edades, temperaturas y tamaños pero que sin embargo comparten una cosa en común, ser los objetos más cercanos a nuestro sistema solar.
Por Mariano Andrés Peter
En un radio de diez años luz alrededor de nuestro sistema solar, encontramos a nuestras vecinas estelares.
Estrellas de distintas edades, temperaturas y tamaños pero que sin embargo comparten una cosa en común, ser los objetos más cercanos a nuestro sistema solar.
Sistema Estelar de Alfa Centauri: Este sistema estelar se ubica a tan solo 4,3 años luz y consta de tres estrellas que se orbitan mutuamente. Las dos estrellas principales del sistema, A y B, son muy parecidas al Sol en términos de tamaño, masa, temperatura, color y brillo. La tercera en cambio, llamada Próxima Centauri, es una enana parda, es decir, una pequeña estrella que emite un débil resplandor rojizo y que es apenas más grande que Júpiter. Esa es la razón por la cual no es visible desde la Tierra. No se descarta la posibilidad de que esta pequeña estrella pertenezca solo circunstancialmente al sistema estelar.
A y B giran en torno a un centro común de gravedad completando un ciclo cada ochenta años. Próxima Centauri en cambio, tarda alrededor de un millón de años en completar una órbita alrededor del centro común de gravedad.
Estrella de Barnard: Esta enana parda se ubica a casi 6 años luz del sistema solar. Tiene una inusualmente elevada velocidad de traslación, lo que hace suponer que dentro de unos ocho mil años estará a menos de 4 años luz de distancia de nuestro sistema solar. Fue descubierta en el año 1916 y según ciertos estudios, podría llegar a tener algún planeta a su alrededor.
Wolf 359: Se encuentra a una distancia de casi 8 años luz. Es una estrella del tipo enana parda. A pesar de su extremadamente tenue resplandor, esta estrella suele experimentar erupciones que provocan un incremento en su brillo durante breves períodos de tiempo.
Lalande 21185: Ubicada a poco más de 8 años luz encontramos a otra enana parda. Se cree que puede tener una edad de diez mil millones de años, el doble que nuestro Sol.
Hay fuertes indicios acerca de que esta estrella tiene dos o inclusive tres planetas a su alrededor. El más cercano a la estrella completaría una órbita cada seis años aproximadamente y sería muy parecido a Júpiter. El segundo planeta completaría una órbita cada treinta años y el tercero tendría un período orbital aún mayor.
Estos últimos dos planetas serían también parecidos a Júpiter. Otro dato interesante es que se ha detectado la presencia de moléculas de agua en este sistema.
Luyten 726 – 8: Es un sistema binario de estrellas enanas pardas ubicado a menos de 9 años luz de distancia. A y B sufren importantes variaciones de brillo, razón por la cual son consideradas estrellas variables. En el caso de B, esas variaciones son tan grandes que en algunos casos su brillo se incrementa en un 250 % en menos de un minuto.
Esos destellos no solo se los puede detectar en luz visible, sino que también se los puede percibir en rayos X y ondas de radio.
Sirio: Es otro sistema binario ubicado a casi 9 años luz de distancia. La estrella principal, Sirio A, es la estrella más brillante del cielo nocturno. Posee un tamaño del doble que el Sol y una luminosidad 30% superior a este. Su temperatura es de tres mil quinientos grados superior a la de nuestra estrella. Entra en la categoría de gigante azul aunque en tiempos antiguos se la observo con un importante color rojizo, se desconoce la causa de este fenómeno aunque hay algunas teorias.
Sirio B, su compañera estelar, se ubica a una distancia de 20 unidades astronómicas de Sirio A, comparable a la distancia entre el Sol y Urano. Es una estrella enana blanca.
Posee una masa similar a la del Sol y un tamaño idéntico al de la Tierra. Esto evidencia una densidad enorme, la materia está tan compactada que un cm cúbico pesa unas dos toneladas.
Su temperatura superficial triplica a la de Sirio A, unos veinticinco mil grados, pero debido a su pequeño tamaño, resulta mucho menos luminosa en luz visible, sin embargo, es mucho más brillante en rayos X.
Las dos estrellas tardan cincuenta años en completar un ciclo alrededor del centro de gravedad común.
Ross 154: Esta estrella enana parda se halla a una distancia de casi 10 años luz. Desde nuestro planeta se la puede ubicar en la misma zona en que se encuentra el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, dentro de la constelación de Sagitario.
Al igual que otras enanas pardas, tiene períodos de extrema violencia, provocando erupciones que la llevan a incrementar su brillo más de un centenar de veces.
Ross 248: A unos 10 años luz, encontramos a la última de nuestras vecinas estelares, otra enana parda. Como en los casos de otras vecinas de Sol, Ross 248 podría tener un planeta a su alrededor.
La sonda Voyager 2 se acercará a esta estrella dentro de miles de años, pasando a una distancia aproximada de 1,7 años luz.
Mariano Andrés Peter, coordinador del Observatorio de Oro Verde – AEA
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