La misión aterrizó el domingo tras dos días en órbita sin que haya trascendido ni su tecnología ni su propósito.
Una nave espacial experimental lanzada el viernes por China regresó con éxito a un lugar designado el domingo para el aterrizaje tras pasar dos días en órbita, en lo que parece ser un avance para enviar a seres humanos al espacio a bordo de vehículos reutilizables.
La misión ha sido mantenida en secreto por el Ejército chino, por lo que los medios estatales aún no han publicado fotografías o vídeos ni del lanzamiento ni del aterrizaje de la nave espacial. Tampoco se han dado detalles sobre las tecnologías que se han probado.
El cohete Larga Marcha-2F, utilizado para el lanzamiento, en una imagen de archivo – AFP
La misteriosa nave espacial fue puesta en órbita el viernes desde el Centro de Lanzamiento de Satélites Jiuquan, en el noroeste de China, a bordo de un cohete Larga Marcha-2F, una familia de cohetes encargada de enviar al espacio misiones chinas tripuladas y no tripuladas a lo largo de los años.
Desde entonces, las redes sociales chinas han estado plagadas de especulaciones sobre la nave espacial, que algunos comentaristas compararon con el X-37B de la Fuerza Aérea estadounidense, un avión espacial autónomo fabricado por Boeing que puede permanecer en órbita durante largos períodos de tiempo antes de volar de regreso a la Tierra por sí solo.
Hace tres años, China dijo que lanzaría una nave espacial en 2020 que puede volar como un avión y sería reutilizable, aumentando la frecuencia de los lanzamientos y reduciendo los costes de este tipo de misiones.
Por el momento, se desconoce si el vehículo experimental es una nave de ala fija como los transbordadores espaciales de EE. UU. Si fuera similar al famoso y misterioso X-37B, tendría aproximadamente una quinta parte de su tamaño.
Fuente: ABC