Kepler-47 está formado por tres mundos y se encuentra a 3.340 años luz de la Tierra.
Un equipo de astrónomos anunciaba en agosto de 2012 el hallazgo del primer sistema planetario extraterrestre que orbita alrededor de dos soles. Bautizado como Kepler-47, fue localizado a 3.340 años luz de distancia de la Tierra, en la constelación del Cisne, y hasta ahora se creía formado por dos únicos planetas. Sin embargo, un nuevo estudio acaba de descubrir un tercer mundo oculto y es el más grande de los tres. Tiene un tamaño entre Neptuno y Saturno y orbita entre sus otros dos «hermanos» conocidos anteriormente.
El descubrimiento, liderado por investigadores de la Universidad Estatal de San Diego (EE.UU.) y llevado a cabo con el telescopio espacial Kepler, asegura a Kepler-47 el título del sistema de estrellas binarias más interesante: es el único sistema circumbinario (con dos soles) de múltiples planetas conocido.
Los planetas en el sistema Kepler-47 fueron detectados a través del «método de tránsito», es decir, cuando se pasean por delante de sus estrellas desde nuestro punto de vista, lo que provoca una disminución mensurable del brillo observado. El nuevo planeta, llamado Kepler-47d, no fue detectado antes debido a las débiles señales de tránsito.
Como es común con los planetas circumbinarios, la alineación de sus planos orbitales cambia con el tiempo. En este caso, la órbita del nuevo planeta se ha alineado más, lo que lleva a una señal de tránsito más fuerte. La profundidad del tránsito pasó de ser indetectable al comienzo de la misión Kepler a la más profunda de los tres planetas en el lapso de solo cuatro años.
Tamaño sorprendente
Los investigadores se sorprendieron tanto por el tamaño como por la ubicación del nuevo planeta. Kepler-47d es el más grande de los tres planetas del sistema. «Vimos un indicio de un tercer planeta en 2012, pero con un solo tránsito necesitábamos más datos para estar seguros», señala el astrónomo Jerome Orosz, autor principal del artículo. «Con un tránsito adicional, se pudo determinar el período orbital del planeta, y luego pudimos descubrir más tránsitos ocultos en el ruido de los datos anteriores», añade.
Los astrónomos esperaban que ese mundo adicional estuviera orbitando el exterior de los planetas conocidos anteriormente. «Ciertamente no esperábamos que fuera el planeta más grande del sistema. Esto fue casi impactante», señala William Welsh, coautor del estudio, publicado recientemente en la revista «Astronomical Journal».
Con el descubrimiento del nuevo planeta, es posible una mejor comprensión del sistema. Por ejemplo, los investigadores saben ahora que los mundos que lo forman tienen una densidad muy baja, menos que la de Saturno, el planeta del Sistema Solar con la densidad más baja.
Si bien una baja densidad no es tan inusual para los exoplanetas tipo Júpiter muy calientes, es poco común en planetas de temperatura moderada. La temperatura de Kepler-47d es aproximadamente 10° C, mientras que la de Kepler-47c es de 32° C. El planeta más interno, que es el planeta circumbinario más pequeño conocido, es de 169° C, mucho más caliente.
Un año de 87 días
Los planetas interno, medio y externo tienen 3,1, 7,0 y 4,7 veces el tamaño de la Tierra, y les lleva 49, 87 y 303 días, respectivamente, orbitar alrededor de sus soles. Las estrellas mismas se orbitan entre sí en solo 7,45 días; una estrella es similar al Sol, mientras que la otra tiene un tercio de su masa. Todo el sistema es compacto y cabría dentro de la órbita de la Tierra.
«Este trabajo se basa en uno de los descubrimientos más interesantes de Kepler: que los sistemas de planetas de baja densidad y muy compactos (sus miembros están muy cerca) son extremadamente comunes en nuestra galaxia», afirma Jonathan Fortney, astrónomo de la Universidad de California en Santa Cruz, que no formó parte del estudio. Como explica, «Kepler-47 muestra que cualquier proceso que forme estos planetas, un resultado que no ocurrió en nuestro sistema solar, es común a los sistemas planetarios circumbinarios y de una sola estrella».
Fuente: ABC