La salida conjunta de dos mujeres astronautas de la estación orbital planeada para el viernes se va al traste por una cuestión de tallas.
El anuncio de la NASA de que las astronautas Anne McClain y Christina Koch realizarían el próximo viernes 29 de marzo la primera caminata espacial exclusivamente femenina fue recibido por numerosos medios de comunicación y buena parte de la opinión pública como un hito inspirador, un paso más en la historia de la liberación de la mujer. Aunque la rusa Svetlana Savitskaya ya había realizado experimentos de soldadura fuera de la estación espacial Salyut 7 hace 35 años y otras la han seguido desde entonces, nunca se había producido una salida al espacio sin compañía masculina. Sin embargo, los planes se han ido al traste por un problema con el tamaño de un traje espacial.
La NASA había planeado que las ingenieras de vuelo de la expedición 59/60 McClain y Koch salieran de la Estación Espacial Internacional (ISS) el viernes para realizar algunas tareas de mantenimiento en uno de sus paneles solares. El objetivo: instalar potentes baterías de iones de litio, unos trabajos que se prolongarían unas siete horas, que puedan aumentar la capacidad de almacenar energía de la plataforma. A este primer paseo solo para mujeres se unía el hecho de que serían también féminas quienes estarían en los puestos de control de la misión. Mary Lawrence sería la directora de vuelo y Kristen Facciol controlaría la caminata desde el Centro Espacial Johnson en Houston. Se trataba de una coincidencia, no de una acción feminista, como ya explicó en su día otra mujer, la portavoz de la NASA Stephanie Schierholz, pero que el espacio sea también un lugar prominente para ellas resultaba emocionante y un motivo de celebración.
Lo que también advirtió Schierholz es que las asignaciones y horarios siempre podrían cambiar por ajustes en las operaciones de vuelo. Y eso es lo que ha ocurrido por culpa del tamaño de un traje. Los gerentes de la misión han decidido cambiar las asignaciones y que quienes salgan al espacio sean Koch y otro astronauta, Nick Hague, debido a que solo hay un traje espacial de tamaño mediano preparado, talla que necesitan las dos mujeres.
El traje no tiene sexo
Antes de que nadie acuse a la NASA de machista por no suministrar a sus trabajadoras una vestimenta adecuada, hay que señalar que los trajes de actividad extravehicular (EVA) de la NASA, cuyo objetivo es mantener con vida a un ser humano en el espacio, no tienen versiones femeninas ni masculinas. Consisten en una colección de piezas combinadas (torso, brazos, guantes…) en varios tamaños para garantizar el ajuste adecuado para cada astronauta. Schierholz ha explicado en Twitter que hay otro segmento de traje espacial de tamaño mediano en la estación espacial y que McClain se entrenó con las tallas M y L, pensando que podría usar una grande si hiciera falta pero durante su primera caminata espacial, llevada a cabo el pasado viernes, descubrió que una mediana le queda mejor. Debido a que solo un torso de esa talla puede estar listo para el viernes (los trajes, aunque estén disponibles, deben ser preparados), lo usará Koch. «En este caso, es más fácil (y más rápido) cambiar de caminantes espaciales que reconfigurar el traje espacial», señala la portavoz.
El paseo espacial del viernes será menos emocionante de lo esperado, pero la seguridad de los astronautas es, como es lógico, la prioridad para la NASA.
Fuente: ABC