Un mundo que se consideraba como una enana marrón es un planeta que emite auroras por medio de un mecanismo desconocido. Es el primer objeto de masa planetaria detectado con un radio-telescopio.
Científicos del Caltech (Estados Unidos) han hecho la primera detección de un objeto de masa planetaria con un radio-telescopio. El cuerpo parece ser un planeta doce veces más masivo que Júpiter y contar con un potente campo magnético. Según las observaciones, este planeta no orbita a ninguna estrella, sino que se trata de un objeto errante. Estos hallazgos han sido publicados en The Astrophysical Journal Supplement Series.
«Este objeto está justo en el límite entre planeta y enana marrón o «estrella fallida», y nos está dando muchas sorpresas que podrían ayudarnos a comprender los procesos magnéticos de estrellas y planetas», ha dicho en un comunicado Melodie Kao, primera autora del estudio e investigadora en el Caltech.
La mayoría de los planetas extrasolares (los también conocidos como exoplanetas) se detectan cuando pasan por delante de sus estrellas y producen un ligero descenso de luz, o bien porque «tiran» de sus estrellas y las hacen oscilar levemente. En este caso, sin embargo, ha ocurrido algo distinto. Un potente radiotelescopio, el «Very Large Array» (VLA), localizó una fuente de energía electromagnética situada en un objeto de masa inusualmente pequeña.
De hecho, lo habitual es que las observaciones similares se lleven a cabo en enanas marrones, estrellas «abortadas» con mucha masa como para ser consideradas como planetas, pero sin la suficiente como para desencadenar reacciones de fusión nuclear y convertirse en estrellas.
Un mundo de difícil nombre
Pero en esta ocasión, los astrónomos observaron que lo que se consideraba como una enana marrón, y cuyo potente campo magnético ya se había observado, en realidad tiene una masa comparable a la de un planeta.
El objeto de la discordia se llama «SIMP J01365663+0933473». Se descubrió en 2016 y se observó que su campo magnético es 200 veces más potente que el de Júpiter.
Pero, en efecto, las últimas observaciones han mostrado que «SIMP J01365663+0933473» es parte de un grupo de estrellas muy jóvenes. Esto implica que su masa es mucho menor a la que se pensaba y que, de hecho, es compatible con la de un planeta. Esta enana marrón es en realidad un mundo con una masa 12,7 veces mayor a la de Júpiter.
Además, «SIMP J01365663+0933473» tendría solo 200 millones de años (la Tierra tiene 4.500 millones de años) y estaría situado a 20 años luz. Su superficie parece estar a unos 825 ºC, cuando, en comparación, la del Sol alcanza los 5.500.
Nuevas pistas sobre el magnetismo
Lo interesante es que el intenso campo magnético de este planeta pone a prueba lo que se sabe sobre la generación del magnetismo tanto en planetas como enanas marrones. «Representa enormes retos para nuestra comprensión del mecanismo de dinamo que produce campos magnéticos tanto en enanas marrones como en exoplanetas», ha dicho Gregg Hallinan, coautor del estudio y científico del Caltech.
Esto implica, según Melodie Kao, que observar este mundo en concreto resulta muy interesante para estudiar el origen de los fenómenos magnéticos en exoplanetas. «Creemos que este tipo de cosas pueden ocurrir no solo en enanas marrones, sino también en planetas gigantes y planetas terrestres», ha dicho Kao.
Una de las cosas que queda por comprender es bien llamativa. El VLA ha detectado que «SIMP J01365663+0933473» genera sus propias auroras, de forma similar a como hacen los grandes planetas gaseosos del Sistema Solar. La diferencia entre este mundo y nuestros planetas vecinos, es que cerca de él no hay ninguna esrella que genere viento solar. Este mundo, por tanto, es una fuente de ondas de radio compatible con el fenómeno de las auroras. Los astrónomos han sugerido que una posibilidad es que un planeta o una luna pasen por sus cercanías e interaccionen con su campo magnético, de forma similar a como se ha observado que ocurre entre Júpiter y su luna Ío.
Fuente: ABC