Por Alberto Anunziato
FOTO 1: El Hartley 103P/2 por Juan Manuel Biagi (Dto. Astrofotografía AEA – Obs. de Oro Verde)
Sigue alejándose de nosotros el Hartley 2, un cometa muy esperado y que suscitó grandes expectativas por una serie de razones. Para los observadores del hemisferio sur sería el cometa más importante del año. Además sería uno de los cometas que más cerca pasaría de la Tierra en los últimos siglos. Pero el diminuto tamaño de su núcleo y la enorme extensión de su muy difusa coma hicieron su observación a simple vista imposible. Es interesante notar que otros cometas de similar magnitud (como el Lulin) pudieron verse a simple vista, mientras que el Hartley 2 repartió su luminosidad en un área mucho más grande, lo que hizo que aún su observación con binoculares en el momento de mayor cercanía con la Tierra fuera sumamente dificultosa.
Para los miembros de la AEA su observación fue un punto destacado en la historia de nuestra asociación, relacionada desde su origen con la observación cometaria. Si bien durante el año habíamos realizado observaciones de los cometas más conspicuos en el campo de nuestro telescopio (particularmente el 81/P Wild 2 y el 10P/Tempel 2), la observación en equipo del Hartley 2 produjo los primeros reportes de observación visual realizados por nuestra Asociación a la Sección Cometas de la Liga Iberoamericana de Astronomía (en: http://cometas.liada.net/recientes-observaciones-periodicos.html), que también publicó 2 fotografías del mismo cometa realizadas por miembros de nuestro Departamento de Astrofotografía.
Otra de las sorpresas científicas de la misión Epoxi es que demostró que la relación entre H2O y CO2 en los núcleos cometarios es distinta a la que se suponía, ya que existiría una proporción más grande de CO2 respecto a la estimada espectográficamente desde la Tierra y en anteriores misiones espaciales. La causa es que Epoxi pudo estudiar el cometa durante un lapso de tiempo más prolongado que las anteriores sondas.
Pero las sorpresas no acabaron allí. La observación de bólidos muy brillantes que se suponen producidos por el paso de la Tierra por la nube de material expulsada por el cometa antes, durante y después de su perihelio, indicaría la existencia de un nuevo enjambre meteorítico que podría generar una nueva lluvia de meteoros con radiante en la constelación del Cisne.
Recordemos que las populares •estrellas fugaces” son partículas (técnicamente llamadas meteoroides), producidas por la degradación de las superficies de asteroides y cometas, que se encuentran en el espacio interplanetario y son interceptadas por la Tierra en su órbita alrededor del Sol. Estas partículas cuentan con una masa de pocos miligramos y al entrar en la estratósfera a gran velocidad la elevada temperatura generada por el roce las sublima en luz y calor, generando un meteoro o “estrella fugaz” (se calcula en 200.000 toneladas anuales la cantidad de matera interplanetaria que ingresa a la atmósfera de nuestro planeta).
FOTO 6: Esquema de la Tierra pasando por un enjambre meteorítico
Los periodos del año en que se producen las llamadas “lluvias de meteoros” están determinados por el paso de la Tierra por las nubes de meteoroides que los cometas van dejando a su paso. Probablemente este paso inusualmente cercano del cometa Hartley 2 por las proximidades del Sol haya aumentado el número de lluvias meteoríticas a observar. Nuestra Asociación también cuenta con un grupo de observación de lluvias meteoríticas, uno de los campos de la astronomía más fértiles para el aporte científico del astrónomo aficionado.
Para la comunidad científica el paso por el perihelio del Hartley 2 ha sido una caja de sorpresas, su observación fue para nuestra Asociación un desafío y la oportunidad de reportar nuestras observaciones a la Liga Iberoamericana de Astronomía.
Ver Más: Video que muestra la gran rapidez del cometa realizado por César Fornari y Francisco Alsina en http://www.observatoriogalileo.com.ar/seccion_1.html
Alberto Anunziato, Dto. de Cometas, Bólidos y Meteoritos – AEA