¿Otra «megaestructura alienígena» alrededor de una estrella?

Un equipo de astrónomos detecta una estrella cuyo comportamiento resulta aún más inexplicable que el de la famosa estrella de Tabby.

La historia se repite, y una «nueva estrella de Tabby» vuelve a desafiar, esta vez con más fuerza, las teorías de los astrónomos.

Con telescopios cada vez mejores y más capaces de escrutar el Universo, los investigadores se van encontrando con un número cada vez mayor de sorpresas y fenómenos aparentemente inexplicables. ¿Se acuerdan de KIC462852, conocida como la estrella de Tabby, la de la «megaestructura extraterrestre»? Descubierta en 2015, sus repentinos oscurecimientos, que se producían de forma aleatoria, sin seguir reglas ni patrones aparentes, trajeron de cabeza a los científicos durante casi tres años. Incapaces de esclarecer los motivos de esos «apagones parciales» (que no podían ser explicados por planetas en tránsito, enjambres de cometas o actividad nuclear interna de la estrella), algunos recurrieron a la hipótesis de que KIC462852, a mil años luz de la Tierra, podría estar rodeada por una gigantesca estructura artificial, una «esfera de Dyson» construida por una civilización alienígena tan avanzada como para ser capaz de extraer, con tales maquinarias, ingentes cantidades de energía estelar.

Finalmente, un equipo internacional de investigadores, entre ellos varios españoles, determinó que los oscurecimientos, que podían llegar a reducir el brillo de Tabby hasta en un 20%, se debían probablemente a una enorme nube de polvo y gas que se interponía entre su posición y la nuestra. La explicación, sin embargo, no dejó a los expertos totalmente satisfechos, y la que ya se conoce como «la estrella más extraña del Universo» sigue siendo vigilada de cerca por telescopios de todo el mundo.

De nuevo la misma historia
Y ahora la historia vuelve a repetirse. Solo que esta vez los oscurecimientos llegan al 80% (y no solo al 20%, como sucedía con Tabby). La estrella se llama VVV-WIT-07 y su periódico y acentuado «parpadeo» fue observado casualmente por primera vez en 2012, durante un estudio rutinario de la población estelar de la región central de la Vía Láctea. Desde entonces, los investigadores han estado tratando de averiguar las razones de esos misteriosos oscurecimientos periódicos, y a pesar de que siguen sin estar seguros de lo que están viendo, han decidido hacer público su hallazgo, en un artículo recién aparecido en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

Los escaneos programados del cielo ponen a menudo en evidencia objetos que aumentan o disminuyen su brillo de forma inesperada. La mayoría resultan sencillos de explicar: planetas pasando por delante, nubes de polvo que ocultan parte del brillo, procesos nucleares internos… Pero otros, como fue el caso de Tabby y es ahora el de VVV-WIT-07, desafían abiertamente los intentos de explicación de los científicos.

Cuando la observaron por primera vez en 2012, R. K. Saito, del Departamento de Física, de la Universidad Federal de Santa Catarina, en Brasil, y el resto de su equipo, quedaron estupefactos al comprobar cómo el brillo de la estrella se atenuaba. Lentamente durante los primeros 11 días y hasta el punto de llegar casi a desvanecerse durante el mes siguiente. Era como si se estuviera produciendo un eclipse, que llegó a bloquear hasta el 80% de la luz que la estrella emite en condiciones normales. Y lo peor era que ninguna de las explicaciones habituales parecía ser capaz de explicar el fenómeno. Fue como encontrarse con «otra estrella de Tabby», pero con el misterio multiplicado por cuatro.

¿Un planeta anillado?
La estrella de Tabby, sin embargo, no es la única anomalía encontrada en tiempos recientes. También en 2012, el astrofísico de la Universidad de Rochester Eric Mamajec, registró un «extraño flujo» alrededor de otra estrella. Se dijo entonces que el flujo podía explicarse con la presencia de un planeta anillado, aunque para justificarlo sería necesario que esos anillos se extendieran ¡200 veces más que los de Saturno!

¿Podría servir esa explicación (que muchos consideran incorrecta) también para solucionar el problema de la caída de intensidad de VVV-WIT-07? El propio Mamajec cree que no, y así lo declaró en una reciente entrevista concedida a Scientific American: «Los anillos dijo- tendrían que tener más de un millón de kilómetros de ancho, y ser extraordinariamente densos para conseguir bloquear tanta luz estelar».

El argumento de la megaestructura alienígena
Lo cual nos deja con la posibilidad de que otra nube de polvo, como la que se cree que causa el «parpadeo» de la estrella de Tabby, esté afectando también a VVV-WIT-07. O que, más improbable, pero no imposible, estemos en presencia de una (u otra, según las versiones) megaestructura alienígena, creada por una civilización capaz de extraer energía directamente de las estrellas.

Y si bien es cierto que la hipótesis de la nube de polvo es la más probable, también lo es que para explicar lo observado la configuración de esa nube tendría que ser muy poco habitual, lo que no haría más que reemplazar un misterio por otro.

Por eso, los investigadores permenecen atentos y esperan ser capaces de observar, en 2019, otro episodio de oscurecimiento. Uno que no les coja por sorpresa, sino que los encuentre preparados y con todos los instrumentos necesarios a punto. Puede que entonces sean capaces de confirmar la posibilidad de la nube de polvo… o por qué no, la de la tecnología extraterrestre.

Fuente: ABC

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