Historia de las estaciones espaciales

Por Mariano Andrés Peter 

 

 

 

 

Estación espacial soviética Salyut 7

Concepto de Estación Espacial: Nave espacial en órbita diseñada para sostener actividades humanas por periodos prolongados.
Puede estar formada por uno o varios módulos ensamblados.

Por Mariano Andrés Peter 

 

 

 

 

Estación espacial soviética Salyut 7

Concepto de Estación Espacial: Nave espacial en órbita diseñada para sostener actividades humanas por periodos prolongados.
Puede estar formada por uno o varios módulos ensamblados.

Historia: Durante la década de los 60 ambas potencias espaciales (Unión Soviética y Estados Unidos) comenzaron a planificar la construcción de estaciones orbitales que pudieran mantener tripulaciones por períodos prolongados.
Estas estaciones serian utilizadas no solo con fines científicos si no también militares y para actividades de inteligencia. Pero como en aquellos años todos los esfuerzos se concentraron en la carrera hacia la Luna, estos ambiciosos proyectos quedaron postergados (lo mismo ocurrió con el proyecto del transbordador espacial).
En 1969, los norteamericanos derrotaron a los soviéticos en la Luna y esto planteó un nuevo desafío para el Kremlin. El reto consistía en llegar al planeta Marte antes que sus adversarios estadounidenses.
Los soviéticos sabían muy bien que para llegar al planeta rojo con una misión tripulada tendrían que resolver primero una serie de problemas.
No es lo mismo un viaje hacia la Luna que uno hacia Marte. La Luna está a tan solo 380.000 km de la Tierra y Marte se ubica en el mejor de los casos a 50.000.000 de km de nuestro planeta. Para llegar a la Luna, los astronautas tardaron tres días pero un vuelo a Marte tardaría como mínimo seis meses. Ese es un tiempo demasiado extenso para un ser humano en el espacio.
El cuerpo humano puede sufrir graves alteraciones en el medio espacial. La falta de gravedad hace que los músculos se atrofien, que se pierda el calcio de los huesos, volviéndolos quebradizos y que el sistema inmunológico se debilite. Las radiaciones provenientes del Sol y de las estrellas producen cáncer, esterilidad y otras perturbaciones en el organismo.
Por lo tanto, quienes realizaran un viaje de larga duración por el espacio deberían estar muy bien entrenados para enfrentar estos peligros. Pero no hay manera de hacer esta preparación en la Tierra ya que no es posible simular las condiciones hostiles del medio espacial. La única alternativa es construir un laboratorio orbital donde los astronautas puedan experimentar en las mismas condiciones que afrontaran al viajar por el espacio.
Así fue que en 1971 la Unión Soviética puso en marcha el programa Salyut que consistía en una serie de estaciones espaciales que serian reemplazadas cada dos o tres años comenzando con Salyut 1. Mientras tanto en 1973, la NASA puso en órbita a su estación Skylab que duro solo 171 días antes de caer sobre Australia.
 

 

 

 

 

Estación orbital norteamericana Skylab 

Y llegamos al año 1982 cuando los soviéticos ponen en funcionamiento a Salyut 7, la última estación de la serie Salyut cuyos fragmentos cayeron en Febrero de 1991 sobre Entre Ríos y hoy descansan en el Museo Espacial de nuestro Observatorio Astronómico de Oro Verde.
Estuvo operativa hasta 1986. Durante ese período se realizaron varios experimentos y tuvo el récord hasta ese momento de permanencia en el espacio, 237 días en 1984. Sin embargo Salyut 7 tuvo muchos problemas de energía eléctrica y prácticamente todas sus tripulaciones tuvieron que realizar caminatas espaciales para hacer reparaciones.
1986 fue el año en que una nueva generación de estaciones espaciales hizo su debut, el programa Mir.
La estación Mir fue un salto tecnológico importante. Estaba conformada por varios módulos con muchos puertos de acoplamiento para agregar nuevos módulos o para recibir a las cápsulas Progres, Soyuz y al transbordador Buran.
Diseñada originalmente para durar hasta 1991, Mir tuvo logros muy importantes como el récord de permanencia en el espacio del Dr. Valeri Poliakov que paso quince meses a bordo.
Al finalizar los 80, la Agencia Espacial Soviética ya tenía planes para la nueva estación llamada Mir 2 que seria la respuesta soviética al proyecto Freedom que la NASA y la ESA pensaban poner en marcha a principios de los 90.
Pero el sismo político que supuso la caída del Muro de Berlín en 1989 y el desmembramiento de la propia Unión Soviética en 1991 dio un golpe casi mortal a su programa espacial. Proyectos como el de la estación Mir 2, el trasbordador Buran y el cohete Energía fueron abandonados. La propia supervivencia de la estación Mir y su tripulación casi termina en desastre.
Al mismo tiempo, la NASA y sus socios que no contaban con la experiencia de los soviéticos, gastaron once mil millones de dólares y una década en rediseñar los planos de la estación Freedom. Era un callejón sin salida.

 

 

 

 

La estación espacial internacional Alfa o ISS por sus siglas en ingles

En 1995 la NASA invita a los rusos a sumarse al proyecto rebautizado ahora como Estación Espacial Internacional Alfa o ISS por sus siglas en inglés. El acuerdo trajo beneficios para ambas partes. Por un lado, Estados Unidos y sus socios tendrían acceso a la enorme experiencia de los rusos en este campo y además se aseguraban que muchos científicos expertos en cohetes y armas nucleares que estaban desempleados, se abocaran de lleno a este nuevo emprendimiento y no estuvieran vendiendo sus conocimientos a países hostiles para Occidente como Irak, Irán, Corea del Norte, Libia, Siria, etc.
Rusia, por su parte, recibiría dinero para mantener con vida a la Mir por algunos años más y luego vería concretado su sueño de la Mir 2 ya que la ISS no es muy distinta al proyecto original de la Mir 2.
En esta nueva era de cooperación de la post Guerra Fría ya no se piensa en una carrera espacial hacia el planeta rojo, si no que esta vez, la idea es lograr, con el esfuerzo de muchas naciones, la exploración y colonización de la Luna, Marte y otros cuerpos celestes del Sistema Solar y más allá. Para ello, la experiencia, los conocimientos y la preparación obtenida en estos laboratorios orbitales, desde Salyut 1 hasta la ISS, son de fundamental importancia.
Lograr esta empresa es vital para la supervivencia de nuestra especie y ya hemos dado los primeros pasos en esa dirección. Nuestro futuro está en el espacio.

Mariano Andrés Peter, coordinador del Observatorio de Oro Verde – AEA

Temas relacionados:

http://www.astroentrerios.com.ar/site/index.php?option=com_content&task=view&id=211&Itemid=70

 

http://www.astroentrerios.com.ar/site/index.php?option=com_content&task=view&id=186&Itemid=70

 

http://www.astroentrerios.com.ar/site/index.php?option=com_content&task=view&id=138&Itemid=70

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.