Hallan, por fin, la molécula que inauguró la Química en el Universo

Un equipo de investigadores alemanes pone fin a una búsqueda que ha durado casi cinco décadas.

Con ella empezó la Química. Los científicos sabían, sospechaban, que esa primera molécula del Universo tenía que estar ahí, en alguna parte. Pero nadie había logrado encontrarla. Ahora, y a bordo de un Boeing 747 reconvertido a observatorio astronómico, un equipo de investigadores liderado por Rolf Güsten, del Instituto de Radioastronomía Max Planck en Bonn, Alemania, acaba de poner fin a una búsqueda que ha durado décadas. Su hallazgo se ha publicado en la revista Nature.

Se trata de iones de Hidruro de Helio (HeH). Se cree que aparecieron apenas 100.000 años después del Big Bang, justo cuando los restos de la gran explosión se habían enfriado hasta una temperatura de unos 3.700 grados. El HeH se formó cuando los átomos de Hidrógeno, de carga neutra, se combinaron con otros de Helio, de carga positiva. Algo muy lógico si pensamos que hace 13.700 millones de años los únicos materiales disponibles eran, precisamente, esos dos gases. Dicho de otra forma, el Hidruro de Helio es la única molécula que estos dos elementos podían formar al encontrarse. Se trata, pues, del primer enlace molecular en la historia del Universo.

La molécula detectada por los investigadores, sin embargo, no procede de los lejanos tiempos del Big Bang, sino que se formó mucho más recientemente, en la joven nebulosa planetaria NGC 7027, a «solo» 3.000 años luz de la Tierra. Pero su detección en el espacio añade una sólida evidencia al Modelo Estándar, la gran teoría de la Física que describe los acontecimientos que tuvieron lugar después del Big Bang y que terminaron por formar el Universo que conocemos.

Décadas sin rastro del HeH
El Hidruro de Helio ya había sido sintetizado en laboratorio a mediados de la pasada década de 1920, pero no fue hasta los años setenta que los teóricos predijeron que esas moléculas podían seguir existiendo en la actualidad, posiblemente en el interior de nebulosas planetarias, nubes de gas expulsadas violentamente por estrellas similares al Sol. Sin embargo, décadas enteras de observaciones no habían conseguido encontrar la molécula, lo que llegó a hacer que la teoría entera se tambaleara.

Por eso, su detección se ha considerdo como un importante espaldarazo a las teorías sobre la evolución del Universo. Para conseguirlo, Rolf Güsten y su equipo analizaron una serie de datos recopilados en 2016 por un espectrómetro de alta resolución instalado a bordo de un 747, una instalación conocida como Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA), una empresa conjunta entre la NASA y el Centro Aerospacial alemán.

La nebulosa NGC 7027 fue seleccionada para buscar Hidruro de Helio por su juventud y sus particulares condiciones químicas, en parte similares a las que reinaban en el Universo primitivo. En la actualidad, escriben los autores, este enlace molecular tiene una importancia limitada, pero «la química del Universo comenzó con este ion, y la falta de una evidencia definitiva de su existencia en el espacio interestelar ha sido todo un dilema para la Astronomía». Por eso, prosiguen los investigadores, «la detección inequívoca reportada aquí, pone fin a una búsqueda de décadas con un final feliz».

Fuente: ABC

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